El Reino Unido post-Brexit…. ¿un paraíso fiscal?
¡El Reino Unido post-Brexit ya es un paraíso fiscal!
El Reino Unido no necesita presentación: es el paraíso de los emprendedores.
Desde hace varias décadas, es la jurisdicción preferida por los inversores, las VSE y las pymes, porque existe una gran cultura empresarial, el derecho de sociedades en el Reino Unido y más concretamente en Londres es flexible y, sobre todo, se paga menos impuesto de sociedades, bajo ciertas condiciones.
En 2016, los británicos votaron a favor del Brexit en referéndum. ¿Cuáles son las consecuencias? Para la Unión Europea, el divorcio es casi una amenaza, debido a un cierto atractivo fiscal en el Reino Unido que sin duda se verá reforzado, hasta el punto de que el país podría convertirse en un paraíso fiscal. Exploración.
¿Y el Brexit?
El 23 de junio de 2016, los británicos votaron a favor de abandonar la Unión Europea con el 51,9% de los votos. El procedimiento de retirada se activó el 29 de marzo de 2017 y la salida no será definitiva hasta la noche del 31 de enero al 1 de febrero de 2020.
Fiscalidad
Incluso antes del Brexit, Londres era un paraíso para los emprendedores. Su tipo del impuesto de sociedades ya era uno de los más ventajosos de la Unión Europea, lo que la situaba entre los 10 países más atractivos del mundo.
El impuesto de sociedades británico para las sociedades Limited (equivalentes a EURL, SARL) era del 19%, independientemente del tramo de beneficios.
Visto así, el Reino Unido tenía margen suficiente para bajar su fiscalidad, una ventaja que se beneficiará del Brexit. Más información a continuación.
El marco legislativo
Además de su atractivo fiscal, el marco legislativo del Reino Unido favorece el éxito empresarial.
Londres alberga entre 6 y 7 millones de pequeñas y medianas empresas, la mayoría de las cuales son sociedades limitadas, cuyo número sigue creciendo cada trimestre y no parece que vaya a disminuir pronto.
En comparación, París cuenta con 835.741 empresas.
(Fuente http://entreprises.lefigaro.fr/paris/ville-75056)
En resumen, estas son las características que hacen que el entorno económico británico sea tan favorable a las empresas:
- el derecho laboral y de sociedades es extremadamente flexible; su fuente es la legislación y no la jurisprudencia como gran parte del derecho anglosajón ;
- administrar una sociedad es fácil; no hay trámites burocráticos;
- la sociedad puede constituirse en pocas horas sin tener que desplazarse a Londres;
- no se requiere aportación de capital
- no hay retrocesiones y no hay Seguridad Social para los autónomos como en Francia.
Londres, centro financiero mundial
Londres es el segundo centro financiero del mundo, tras Nueva York, por sólo 4 puntos.
La City debe su excelente posición a una sólida infraestructura, un entorno político y jurídico estable y un régimen fiscal atractivo.
La capital del Reino Unido alberga un amplio abanico de operadores bursátiles, del sector financiero, sociedades mercantiles y bancos internacionales.
También es la capital digital de Europa y el centro mundial de Fintech e inteligencia artificial.
Gracias a su inigualable competitividad económica, más de 150.000 inversores no han dudado en trasladar sus negocios a esta jurisdicción de categoría mundial.
Después del Brexit Londres o la nueva Singapur en el Támesis
El 1 de febrero de 2020, el Reino Unido abandonará oficialmente la Unión Europea, cuatro años después del voto del “leave”.
Pero no todo el mundo está contento con el Brexit, ya que los defensores de los paraísos fiscales temen que las políticas de Boris Johnson conviertan el país en Singapur a orillas del Támesis aprovechando la desregulación y el liberalismo.
De hecho, temen que la City ceda a normativas europeas como el intercambio de información sobre sociedades.
Al otro lado del Canal de la Mancha, los vecinos europeos se sienten amenazados por los recortes fiscales que, sin duda, atraerán a inversores de todo el mundo.
Para el Primer Ministro británico, “éste es el comienzo de una nueva edad de oro”, pero estas palabras resuenan como un dumping social y fiscal entre competidores.
Sólo este año, el impuesto de sociedades ya ha bajado del 19% al 17%, pero la inquilina del número 10 de Downing Street ya habla de reducir aún más los tipos, hasta el 15% o incluso menos para el impuesto de sociedades y del 7% al 15% para el impuesto sobre los dividendos de aquí a 2021.
Negociaciones en plena transición: ¡trato o no trato!
Ya se han iniciado nuevas negociaciones sobre las futuras relaciones comerciales, pero el diálogo solo ha desembocado en un “no acuerdo”.
Además, el Brexit significa también el fin de los acuerdos comerciales entre el Reino Unido y sus socios.
Por tanto, será necesario renegociar los tratados comerciales y fiscales firmados con terceros países en los próximos años.
El Reino Unido y la Unión Europea tienen hasta finales de año para llegar a un acuerdo. De lo contrario, las economías de ambas entidades, ya afectadas por la crisis dejada por el covid19, corren el riesgo de hundirse aún más.
El impacto económico del Brexit
El Brexit y la crisis sanitaria mundial tendrán graves consecuencias para la economía británica. Se calcula que en el segundo trimestre de 2020 el crecimiento caerá un 30%, lo que supondrá una recesión de menos 6,5%.
La tasa de desempleo pasará del 3,7% en 2019 al 10% a finales de 2020.
Posibles consecuencias
La conclusión de las negociaciones sobre un no acuerdo entre Londres y Bruselas durante el periodo transitorio podría empeorar las cosas:
- dado que Londres es el 2º centro financiero mundial, Bruselas ofrece a las cámaras de compensación londinenses 18 meses después del Brexit para seguir comerciando libremente con la Unión Europea y evitar así un posible desplome bursátil; a partir de ahora, Londres conservará su título de centro financiero mundial solo por equivalencia, si la regulación británica se ajusta a las normas europeas;
- según los europeos, la ausencia de acuerdo comercial corre el riesgo de hundir la economía británica, ya que el país exporta el 47% de sus productos al continente; un estudio ha demostrado que el no acuerdo podría costar tres veces más que la crisis sanitaria vinculada al coronavirus;
- a partir del 1 de enero de 2021, las mercancías estarán sujetas a controles fronterizos entre el Reino Unido y la Unión Europea, lo que supondrá 15.000 millones de libras adicionales en costes administrativos cada año para ambas partes;
- a falta de acuerdos comerciales, volverán los derechos de aduana; en consecuencia, el comercio entre el Reino Unido y la UE se regirá por las normas de la Organización Mundial del Comercio; cabe esperar, por tanto, un aumento significativo de los precios de muchos productos;
- Francia, España, los Países Bajos y Dinamarca temen que se prohíba la pesca en aguas británicas: en el mejor de los casos, los pescadores británicos tendrán libertad para faenar en sus aguas sin tener que cumplir las cuotas pesqueras como los Estados miembros de la UE;
- si no se llega a un acuerdo, esto repercutiría en la libre circulación de personas dentro de la Unión Europea; como el Reino Unido no forma parte de los Estados Schengen, poner un pie en suelo británico podría requerir un visado, además de un permiso de trabajo.
¿Brexit blando o Brexit duro?
A finales de 2020, dos escenarios son posibles: un Brexit suave o un Brexit duro.
- El Brexit blando es una opción que permite al Reino Unido mantener una estrecha relación con la Unión Europea permaneciendo dentro del Mercado Único y/o la Unión Aduanera Europea. Esto significa mantener la libre circulación de ciudadanos dentro de la Unión Europea, acatar las sentencias del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas y contribuir al presupuesto de la UE.
- El Brexit duro significa abandonar el mercado único europeo, volver a los derechos de aduana e introducir contingentes. Las relaciones económicas entre el Reino Unido y la Unión Europea se regirán exclusivamente por las normas de la Organización Mundial del Comercio. Para facilitar los acuerdos de libre comercio, el Reino Unido abandonaría el mercado único y la unión aduanera europea. Por último, se exigirá visado y/o permiso de trabajo a falta de un acuerdo sobre la libre circulación de ciudadanos entre el Reino Unido y la Europa continental.
Confianza inglesa
Aunque el destino de la economía británica sigue siendo incierto, los partidarios del Brexit se muestran confiados.
Para ellos, salir de la Unión Europea es una oportunidad de beneficiarse de la desregulación y el liberalismo.
La recesión no es inevitable, aunque la economía esté en declive; de hecho, es parte integrante del ciclo económico, en el que la economía alcanza su pico de crecimiento y luego se retrae.
El Reino Unido post-Brexit ya es un paraíso fiscal, debido a :
- flexibilidad administrativa ;
- una fiscalidad ventajosa;
- un marco legislativo que apoye el éxito de los empresarios.
Negociaciones hacia un Brexit duro
La salida del Reino Unido de la Unión Europea confirmará esta imagen de paraíso fiscal made in UK a partir de finales de 2020.
Según las estimaciones, las negociaciones sobre un acuerdo de libre comercio tienen un 75% de posibilidades de desembocar en un Brexit duro.
La razón parece ser que Bruselas no ve al Reino Unido como un Estado soberano, lo que tiende a ampliar la brecha con Londres.
Por ejemplo, la Unión Europea exige que los pescadores de otros Estados europeos puedan seguir faenando en aguas territoriales británicas y que Londres se someta a las normas y leyes de competencia europeas.
Por su parte, Boris Johnson ya se está preparando para un Brexit duro, la parte blanda parece innegociable.
Planea una drástica rebaja del impuesto de sociedades de hasta el 10% o el 12% si no se llega a un acuerdo.
También planea suprimir el 90% de los derechos de aduana y reducir el IVA del 20% al 8%. Lo que otros países ven como dumping social y fiscal está demostrando ser una estrategia basada en el liberalismo.
CANZUK o el nuevo orden económico mundial
El Reino Unido post-Brexit también alberga la zona de libre comercio CANZUK, o la puerta de entrada de las exportaciones a los países de la Anglosfera, que incluye Canadá, Australia, Nueva Zelanda y el Reino Unido.
Esta nueva zona económica representa por sí sola el 15% de la economía mundial. Estas 5 naciones soberanas están estrechamente vinculadas por acuerdos de libre comercio, un mercado común y la libre circulación de personas, antítesis de las numerosas restricciones impuestas por Bruselas.
Además, en 2022 se producirá la adhesión de India, seguida de la de Estados Unidos en 2023.
Al crear una sociedad limitada en Londres, podrá exportar a los países miembros de CANZUK sin derechos de aduana ni formalidades administrativas de ningún tipo.
Es probable que este organismo internacional frustre las predicciones de los escépticos del Brexit y suponga una dura competencia para la Unión Europea frente a China, aunque el Reino Unido tenga que recuperarse y adaptarse para ello.